Llega el IMFAR (International Meeting For Autism Research) a San Sebastián. De jueves a sábado la cima mundial de la investigación sobre el autismo se reunirá en el Kursaal. Un total de 1.700 investigadores de todo el mundo, los que están cambiando el panorama de un trastorno del que se dice -o se decía- que no tiene cura, intercambiarán su saber en Donostia. Y el miércoles, la víspera de que el macrocongreso levante el telón, un curso previo gratuito llevará los avances del autismo a 600 profesionales de Gipuzkoa: personal de los berritzegunes, de los servicios de salud mental, médicos, profesores o familiares de las personas con autismo atenderán las explicaciones de investigadores del King’s College de Londres, el Instituto Pasteur de París, y las universidades estadounidenses de Yale, Johns Hopkins, UCLA, Carolina del Norte o Boston. En el encuentro se presentarán 800 proyectos, las más prometedoras y avanzadas líneas de investigación sobre el autismo.
«Es un encuentro diferente a las convenciones europeas», explica Joaquín Fuentes, presidente del IMFAR. «En este encuentro la gente viene a participar y a compartir. Tenemos 800 póster de investigación que se presentan y solo hay tres conferencias plenarias: la actividad básica de este congreso es buscar evidencias y compartir proyectos», continúa.
El congreso, cuyas reservas han llenado los hoteles de San Sebastián, según fuentes del sector, atrae a investigadores de muchas disciplinas. «Hay aspectos inmunológicos, neurológicos, radiológicos, educativos, sociales o genéticos: el autismo se contempla desde todos los puntos de vista», asegura el psiquiatra. «Ello resulta complicado pero muy enriquecedor, así se abren ventanas a aspectos sobre los que no se está acostumbrado a pensar. El IMFAR cubre todas las facetas que interesan a las familias y a las personas con autismo».
La globalidad es otra de las características de un encuentro que organiza anualmente la ‘International Society for Autism Research’ (INSAR) y que por vez primera se celebra en un país de la Europa continental. Llega gente de más de 40 países y equipos de investigación de todos los continentes. «De los 13 mejores proyectos de investigación del pasado año, los que cambian la perspectiva del autismo, 12 de sus autores vienen a Donostia» dice Fuentes.
He aquí grandes líneas de investigación sobre el autismo, cuyos autores estarán presentes en IMFAR:
Biomarcadores. «Se trata de señales en el cerebro del paciente. El investigador Joseph Piven ha estudiado a hermanos recién nacidos después de un hijo con diagnóstico de autismo. Ha analizado a casi 100 hermanos a los 6, 12, 18 ó 24 meses. Ha descubierto que hay un porcentaje importante de casos que acaban teniendo un trastorno de autismo de diferentes niveles o características. Además presentan otros problemas de desarrollo. En estos niños el diagnóstico se hizo prospectivamente. Sabíamos que no presentaban síntomas hasta los 6 meses. Y de 6 a 12 meses empezaban a fijarse demasiado en los objetos y menos en las personas. También, que a los 12 meses empezaban a perder algo de lenguaje. En concreto, Piven ha descubierto, con una sofisticada resonancia magnética que analiza la sustancia blanca del cerebro, que los niños que luego tuvieron autismo, a los 6 meses presentaban datos patológicos en la resonancia magnética. Por primera vez tenemos biomarcadores en las resonancias magnéticas de niños que luego desarrollaron el problema».
Estimulación. «Sally Rogers estudió a un grupo de bebés con autismo con edades comprendidas entre los 18 y los 30 meses. Habían recibido la estimulación educativa indicada para este trastorno. En estudios con electroencefalogramas, Rogers ha demostrado que estos niños mejoraban -además de en su comportamiento-, en el área cerebral donde se refleja el comportamiento social. Los niños mejoran con la estimulación. Sus ondas cerebrales funcionan mejor. De nuevo, parámetros objetivos para ver el resultado de los tratamientos».
Ácido fólico. «En los países escandinavos han hecho un estudio de 85.000 embarazos. Aquellas madres que tomaban ácido fólico, desde un mes antes de quedarse embarazadas hasta dos meses después del parto, tenían una disminución del riesgo de autismo en su hijo. La reducción del riesgo era de un 39% respecto a las mujeres que no lo tomaban».
Educación integrada. «Connie Kasari, que ofrecerá una conferencia en Kutxa para universitarios de Psicología o Ciencias de la Educación, demuestra los beneficios de la integración. Niños con autismo integrados en el colegio, frente a otros a los que las competencias sociales se las enseñan los adultos, aprenden mucho mejor. Sus compañeros han sido instruidos para tratarles y se convierten en los mejores profesores».
Invertir los síntomas. «Es un simposio estrella dentro del congreso. Hablamos de nuevos medicamentos, de momento probados en animales, que actúan sobre los mecanismos fundamentales de las conexiones en el cerebro».
Fuente: http://www.diariovasco.com/v/20130428/al-dia-local/bienvenidos-corazon-autismo-20130428.html